Foto (Internet)
De vez en cuando ocurre que, vas por la calle y, de
pronto, comienzan a sonar las campanas de un convento o una iglesia, y sientes
cómo en tu interior se va colando un sonido que te resulta grato, pero de un
sabor añejo; y que, por algunos minutos, parece transportarte a algún momento
del pasado cuando era habitual escucharlas, ya que formaban parte del día a día
de los habitantes del pueblo o de la ciudad.
Y es que su sonido, a través de diferentes toques,
marcaba muchos de los actos cotidianos de la vida de las gentes del lugar; así
como se aprovechaba para anunciar algún acontecimiento a los vecinos, ya fuera
éste de alegría, doloroso, anunciador de, por ejemplo, fuegos o nublados. Y las
gentes, según fuese el toque –pues cada uno requería una forma diferente de
tañer las campanas-, identificaban de cual se trataba para obrar en
consecuencia.
Pero cuando de verdad impregnaban alegría y regocijo a
los vecinos, era en la fiesta mayor del lugar y durante la procesión con el
Santo; cuando, entonces sí, repicaban con fuerza y de forma continuada durante
todo el recorrido de ésta, volteadas a puro brazo.
Hoy en día apenas si se escuchan sus sonidos; y cuando
lo hacen es en momentos muy señalados. Pues desaparecieron del centro de la
urbe los conventos que las hacían sonar con regularidad; y las iglesias, que
aún persisten con campanas en sus torres, solamente las hacen sonar con algún
motivo muy significado.
Aún así, habría que decir que no están olvidadas del
todo. Porque, sin ir más lejos, tenemos
aquí en nuestra provincia un gran fábrica de campanas, con taller de fundición
y reparación, en concreto en la localidad de Saldaña, que recibe desde hace
muchos años encargos de trabajo de muy diversos puntos de la geografía patria y
del extranjero.
Y, muy pegadita a esta localidad, se encuentra otra,
Villota del Páramo, que ha conseguido constituir la Asociación de Campaneros
Villaltanos, para recuperar y difundir los toques de campana, que ha cuajado
con fuerza y es requerida de continuo para colaborar en muchas de las fiestas
que se organizan en nuestros pueblos; donde hacen una muy alta exhibición de
los diferentes toques.
(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 02/03/2022)
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