Pues va a
ser que, por mor del escenario en el que nos estamos moviendo y viviendo día a
día últimamente, no cabe otra que volver a hablar del maldito coronavirus de
marras –si es que hubiésemos dejado de hablar de él desde siete meses para acá,
claro; que me temo que no-.
Y es que
ya ven que por lo que más cerca nos toca, y a la vista de los datos que
arrojamos los palentinos y que analizan las autoridades sanitarias al respecto,
a la capital palentina se nos ha vuelto a confinar durante catorce días
–confinamiento perimetral, lo han llamado-, como consecuencia de haber
sobrepasado los parámetros establecidos para una evolución considerada como
normal con respecto a esta pandemia del covid-19 que estamos padeciendo.
Y claro,
llegados a este punto, cabría pensarse que los números son sólo eso, números;
pero las cifras, aunque sean de por sí frías, cantan por sí solas y nos sitúan
donde nos sitúan en la escala elaborada a tal fin.
Lo cual
no quiere decir que el personal no ande cabreado y trayendo a colación en
conversaciones a nivel de calle el tan manido comentario –pero no con cierta
lógica y razón-, de que aquí “estamos pagando justos por pecadores”. Y a continuación, para abundar aún más en su
certera apreciación, detienen el paso, echan mano de la memoria y ponen de
manifiesto multitud de ejemplos en los que se aprecia bien a las claras la
serie de incumplimientos por parte de unos cuantos de las normas sanitarias
mínimas así establecidas; que luego traen como consecuencia situaciones
padecidas no deseadas, como esta del confinamiento.
Y, aunque
este aislamiento o encierro perimetral actual, resulta ser en la práctica más
blando que el padecido en los meses de marzo y abril pasados, no deja de surtir
inconvenientes de todo tipo en nuestra movilidad más allá de los límites
capitalinos, tanto en las entradas como en las salidas de la capital; lo que
repercute también, ineludiblemente, en la actividad económica de la capital y
la provincia, ya de por sí mermada.
Al final,
por supuesto, uno hace una reflexión y piensa que, de manera general, se puede
contribuir mucho más a la erradicación de esta pandemia.
(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 14/10/2020)
Javier desde marzo no ha sido nada normal; entre los que no tienen miedo y desafían al virus y aquellos que solo salen de casa para lo necesario.
ResponderEliminarSaludos.
Así es, Tomás. Esto parece no acabarse nunca, y en efecto, hay gente que no cumple las normas ni de casualidad; así no sé cuándo vamos a acabar... Saludos.!!!
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