Es
verano, tiempo de vacaciones; de visitar otros lugares aprovechando la bondad
de los días y la extensión de las horas de luz; de chapuzones en el mar y
posterior relax en la arena de la playa, gozando de esos momentos de tranquilidad,
bajo la sombrilla protectora, con la lectura del último libro recién adquirido,
con la puesta al día de la actualidad informativa consultando las últimas
noticias que el móvil nos acerca, o de trastear entre los mensajes de whatsapp
últimamente recibidos.
Y estando
en esto último, toparse con uno un tanto inquietante tras leer la primera de
sus líneas: “s.o.s. por el huerto”.
Y es que
resulta que, al tomar unos días de vacaciones, le dije a un amigo que me echase
un vistazo al huerto; que puesto que, con gran trabajo y a toda prisa como
consecuencia del período de tiempo encerrados por la pandemia, había conseguido
reflotarlo y convertirlo en un verdadero vergel, que es una delicia verlo cómo
se encuentra de esplendoroso; que aprovechando que regaba el suyo, lo hiciese
también con el mío cuando lo encontrase razonable.
Y resulta
que ahora me encuentro con este mensaje que, tras abrirlo, y leer despacio cada
una de sus palabras, me hace reafirmarme más en la inquietud del primer
momento. Porque dice mi amigo que han
pasado unos cuantos días sin disponer de agua para el riego de las diferentes
hortalizas, tan bien nacidas y tan vigorosas ellas, esperando sólo el agua que
las reconforte y las haga seguir creciendo y madurando. Y que lo ha pasado mal, pensando en que todo
el trabajo allí vertido se iba a ir al garete sin remisión, si en cuestión de
un día o dos más no volvía el agua a fluir por los surcos. Y me he puesto triste, sin poder hacer nada
desde la distancia.
Pero a
primera hora del día siguiente, y tras repiquetear con insistencia el timbre
del móvil, recibo nuevo mensaje de mi amigo que me anuncia todo feliz que ya se
solucionó el tema del agua en los respectivos huertos, que tras las últimas
lluvias, el pozo volvió a llenarse, y que el líquido elemento ya vuelve a
correr por los surcos.
Una bendición el
agua, una vez más. Apreciémoslo en cada una de sus utilidades.
(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 29/07/2020)
No hay comentarios:
Publicar un comentario