Y en una situación así, quién era capaz de ponerle puertas al campo?...
Pues una semana más seguimos atravesando, por culpa del maldito
coronavirus de marras, una crisis a todos los niveles manifestada, con especial
incidencia en los ámbitos sanitario, económico y social, como jamás
imaginábamos pudiese ocurrir, con repercusión incluso internacional, como bien
sabemos, donde unos países se han visto más afectados que otros y, con el
nuestro en concreto, ocupando los primeros puestos donde la crisis más ha
impactado, desafortunadamente.
Si bien, tras el tiempo transcurrido y las medidas implementadas en
todos los campos, lo que parece en estos momentos es que vamos avanzando bien
hacia ese anhelado momento de la nueva normalidad tras la finalización por
fases del confinamiento total al que hemos estado sometidos durante tantos
días.
Y en ese sentido de la desescalada por fases de ese confinamiento –sigue
en danza la palabra desescalada en cuestión-, cuyos beneficios venimos
disfrutando ya, aunque sea a pequeñas dosis, a uno no se le puede pasar por alto
el detalle vivido en nuestra calles estos pasados días –al igual que en casi
todos los lugares de nuestro país-, respecto al número tan extraordinario de
personas que, de pronto, se han hecho deportistas. Algunos de pro, aunque una mayoría sólo por
el hecho de caminar, de salir a la calle y sentirse libres.
Y es que no hay que olvidar de la situación que veníamos, de un riguroso
confinamiento donde sólo era posible salir de casa para los actos más
elementales, algunos determinados trabajos, las compras habituales en el
supermercado y la farmacia y nada más; y así durante unas cuantas semanas
seguidas. Por lo que no es de extrañar
que cuando se abrió esa posibilidad de poder salir a la calle en sus
correspondientes franjas horarias, echamos de prisa y corriendo, quién más
quién menos, la llave a la puerta de nuestras casas y salimos como una
exhalación a las calles, inundando y desbordando aceras, calzadas, plazas,
avenidas, parques, caminos y sendas, con un ansia de caminar y de huir hacia
adelante pocas veces visto.
Y en una situación así, quién era capaz de ponerle puertas al campo?,
porque los deportistas lo ocupaban todo dentro de su franja horaria.
(Publicada en el Periódico "Diario Palentino" el 13/05/2020)
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