Y, entretanto, nuestras ciudades inundadas por doquier de ruedas..., esos patinetes eléctricos que tanto éxito están cosechando últimamente en nuestras calles...
Hoy,
que le ponemos ruedas a casi todo aquello que se mueve a nuestro alrededor y,
de alguna manera es susceptible de ello, léase maletas, mochilas, carritos de
la compra, zapatillas, andadores, patines y patinetes…; y allá que nos vamos
luego calle adelante todo rodantes a bordo de cualquiera de estos velocípedos
–salvando las distancias-, la pregunta se adivina casi por sí sola: ¿al paso
que vamos, seremos capaces algún día de ponerle ruedas al campo?.
Pues
si hemos sido capaces de ponerle ruedas a las casas –a algunas casas en
concreto-, y trasladarlas de un lugar a otro, para acomodarnos al terreno, al
clima, a la vegetación, a los frutos de la tierra o al libre albedrío de la
persona en resumidas cuentas; cabría preguntarse si también, algún día,
seríamos capaces de ponerle ruedas al campo, en pequeñas porciones de terreno,
eso sí, y trasladar esos fragmentos a otro espacio diferente donde, por ejemplo
sea más fértil la tierra, se produzca más y mejor tal o cual cultivo y las
condiciones climatológicas sean más propicias...
Claro
que, hoy por hoy, esto último no parece viable, por razones obvias. El campo es
muy grande, inmenso, imposible en definitiva, de colocarle ruedas, echarle a
rodar pendiente abajo en dirección al lugar elegido y a otra cosa
mariposa...
Lo
que se hace a cambio, es realizar una agricultura intensiva en el espacio en el
que se encuentra el campo de que se trate, suministrándole la temperatura
adecuada, la humedad justa, los fertilizantes correspondientes, la atención
precisa y a producir con prontitud una, dos o más cosechas…
Entonces
sí, a los productos resultantes sí que se les pone ruedas de inmediato para
salir disparados hacia los mercados más variopintos del mundo mundial.
Y,
entretanto, nuestras ciudades inundadas por doquier de ruedas como soporte
básico de diferentes artefactos que por sus calles circulan; algunos de ellos
antiguos ya en su definición, como son los automóviles. Y otros mucho más modernos, como son esos
patinetes eléctricos que tanto éxito están cosechando últimamente en nuestras
calles; y que van en constante aumento día a día.
(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 10/10/2018)
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