...recordaron que por aquellos caminos que ahora recorrían, metidos en lo más profundo del lecho del pantano, en el pasado corrieron una y otra vez cuando niños...
Mientras este último fin de semana –puente del Pilar incluido-, hemos
estado haciendo planes de asueto y vacación de todo tipo, eligiésemos el lugar
de España que eligiésemos, porque en todos íbamos a encontrar un sol radiante y
una temperatura de lo más espectacular, dejando en feo la realidad otoñal;
habrá habido muchas personas que se habrán querido darse una vuelta por los
entornos de nuestros pantanos, por ver si la escasez de agua de los mismos era
de la magnitud de la que se viene hablando estos últimos tiempos aguas abajo de
sus respectivas cuencas.
Y se han topado de golpe con una crudísima realidad, mucho más
impactante al verla sobre el propio terreno, que les habrá llevado a exclamar,
a buen seguro, que jamás vieron esos lugares en unas condiciones así. Que siempre los recordaban como mares
inmensos entre montañas, guardando unas reservas de agua tan voluminosas, que
parecía imposible fuesen a terminarse de buenas a primeras.
Y hablando con las gentes de las poblaciones próximas a estos embalses,
curtidas muchas de ellas en recuerdos y añoranzas de otros tiempos, y
haciéndoles rememorar a los más viejos del lugar tiempos pasados, ninguno de
ellos decía recordar una situación así... Y contemplando la aridez extrema del
terreno, pisando incluso su tierra seca y resquebrajada por mil sitios,
observando durante el paseo viejas ruinas del poblado que las aguas engulleron
totalmente en su día; todos ellos: visitantes ocasionales y residentes de los
pueblos a ras del pantano, coincidían en sus comentarios nada optimistas, si es
que los cielos no se abren a condición y llega con abundancia la lluvia que
tanto esperamos todos.
Y, porque el momento devino propicio, seguro que algunos de estos
habitantes más viejos del lugar, recordaron a los visitantes ocasionales, que
por aquellos caminos que ahora recorrían, metidos en lo más profundo del lecho
del pantano ahora sin rastro de agua –en otro tiempo calles sin asfaltar del
poblado- ellos, en el pasado, corrieron una y otra vez cuando niños, ocupados
en juegos infantiles que todavía su mente rememora con claridad meridiana.
(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 18/10/2017)
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