...por estas fechas se celebran unas cuantas romerías marianas en diferentes puntos de la geografía provincial
Ahora que todavía es tiempo de verano, aunque bien es
cierto que éste ande proyectando ya los últimos coletazos, pues los días se van
acortando y las temperaturas no son ni por asomo lo que fueran en los dos meses
pasados donde, además, en el orden de las prioridades, todo parecía ser una
fiesta continua, un continuo deambular de playa en playa, de chiringuito en
chiringuito, de sarao en sarao; todo un insistente y constante “ji ji, ja ja”
en definitiva (bueno, menos cuando el terrorismo yihadista atacó salvajemente a
mediados de agosto la ciudad de Barcelona e hizo temblar al país dejándolo en
medio de una tristeza inconsolable), habrá que aprovechar, pues, estos días de
todavía una cierta bonanza del tiempo y salir por ahí fuera; que ya vendrán sin
quererlo los tiempos fríos y de recogimiento en casa.
Y es que, además, todavía le quedan días de fiesta a
la provincia, habida cuenta de que por estas fechas se celebran unas cuantas
romerías marianas en diferentes puntos de la geografía provincial; cada una de
ellas con sus particulares tradiciones hondamente enraizadas en las gentes de
esos lugares, que acuden cada año en gran número, se encuentren donde se
encuentren, a honrar a su Patrona y protectora especial.
Así es que, con estas populares y sentidas romerías
repartidas por diferentes lugares de la provincia estos días, y las no menos
notorias y apreciadas fiestas de la vendimia de varios municipios y comarcas de
nuestro territorio provincial, cada año más en boga, que ya se vislumbran y que
mueven una importante cantidad de gente hacia nuestros núcleos rurales, podría
decirse que “cerramos” por algún tiempo la mayoría de nuestros pueblos –casi a
cal y canto en muchos de ellos-, hasta la próxima convocatoria festiva.
Y así se quedarán en breve, cerrados prácticamente,
bajo mínimos, habitados por un número reducido de personas –las de mayor edad-,
que muchos de los días puede que, al revolver una esquina, escuchen todavía el
eco y el murmullo de voces y risas de grupos de gentes que anduvieron por allí
no hace mucho, cuando el sol calentaba de lo lindo, en el campo se recogía la
última cosecha y, al caer la noche, se formaba la acostumbrada tertulia en la
plaza del pueblo en torno a la terraza del bar, una cerveza bien fría y un
montón de recuerdos que salían disparados desde el interior de cada
contertulio. Y al día siguiente, más de
lo mismo, porque era verano.
(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 13/09/2017)
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