Foto (Internet)
... y el grajo en cuestión ha echado pie a tierra y lo han visto caminando a pie firme por los alrededores…
Estos días, caminas por la calle y lo que mayormente se puede escuchar en
corros, corrillos y conversaciones a dos, a tres o a más, es una misma y casi
única cantinela: ¡qué frío que está el día!, ¡qué frío que hace! o…, ¡qué
invierno más frío, éste!.
Y así un día tras otro en una casi interminable retahíla de amaneceres
congelados hasta unos cuantos grados bajo cero.
Que obligan al personal a abrigarse a condición al salir a la calle para
acudir a sus quehaceres habituales, sino querían hacerse acreedores de un buen
resfriado o una gripe echada a suertes.
Que aún así, habrá habido quienes no hayan podido librarse de ella.
Así que, con este panorama ambiental, los termómetros que se encuentran por
la ciudad, con vistas al exterior, pareciera que nunca estuvieron tan
contemplados como en estos últimos días pasados. Con lo que la gente podía hacerse de
inmediato una pronta visión de la situación real que le esperaba a continuación.
Y claro, llegados a este punto y planteado el horizonte inmediato así de
descarnado y frío, más bien congelado, no habrán sido pocos los que se habrán
acordado de un refrán muy de este tiempo que, con su rima y sorna habituales,
le viene que ni pintiparado al caso. Y
es aquel que dice que, “cuando el grajo vuela bajo, hace un frío del carajo”.
Y dicen, comentan asombrados algunos de los más avispados de por aquí, que
estos días pareciera que el grajo en cuestión ha echado pie a tierra y lo han
visto caminando a pie firme por los alrededores…
Con lo que, de inmediato, se han aplicado el cuento y han entendido
chuscamente los muchos grados bajo cero del ambiente atmosférico local. Para echarse a temblar, vamos…
Y es que siempre por estas fechas venimos a concluir lo mismo –haga más o
menos frío-, que “al invierno no se lo come el lobo”, y que aunque parezca que
no está presente en los días que le debiera corresponder, en un momento u otro
el susodicho “animal” dará la cara.
Y vaya si la ha dado este año por estos lares, que andamos congelados de la
mañana a la noche. Y claro, no te
quejes, que puede ser peor; que te planta un temporal como el que ha descargado
por la vertiente mediterránea y se queda tan a gusto; que para eso es invierno
y en algo se tiene que notar.
(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 08/02/2017)
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