Ahora, que estamos ya a punto de alcanzar el verano de nuevo –según nos
recuerda el calendario-, que en el ambiente exterior y en el vestir y
consecuente sentir de las gentes vemos, sin embargo, que ya lleva entre
nosotros desde hace algunas fechas; ahora es cuando, si echásemos la vista
atrás por algunos minutos, veríamos que nuestro trabajo nos costó alcanzarlo;
incluso “sangre, sudor y lágrimas” nos tocó padecer, como dice el sentir
popular.
Pero para consuelo nuestro y goce oportuno a su vera está ya aquí entre
nosotros, desplegando a su alrededor toda su elocuente carga de positividad
añadida que, bien administrada, nos puede llegar a producir increíbles
satisfacciones en el ámbito particular.
Y para que, no obstante su bondad, no terminemos presos de la rutina de los
días e incluso descabezando algún tipo de modorra o letargo imprevistos a media
tarde; hete aquí que en esta ocasión el verano nuestro de cada año, viene
cargado por estos lares –que en esta oportunidad son comunes para todos-, con
algunas novedades agregadas, que le harán diferente a cualquier otro.
Y es que, de un lado, andamos metidos en medio de una nueva campaña
electoral con vistas a esa llamada a las urnas a las que estamos convocados para
el último domingo del mes, con una incertidumbre manifiesta en cuanto a los
resultados, por cuanto lo ocurrido en nuestro reciente pasado tras las
anteriores elecciones de diciembre último, pesará como una molesta losa a la
hora de elegir entre las diferentes opciones por parte de los votantes.
Y, por otro lado, acabamos de iniciar nuestra participación, como selección
española de fútbol, en esta nueva edición de la Eurocopa de Fútbol 2016; a la
que deseamos toda la suerte del mundo, con el fin de que se traiga para nuestro
país, por aquello de que nunca hubo dos sin tres, una tercera Copa seguida en
esta competición, para unir a las anteriores de los años 2008 y 2012.
¡Ojalá!, se vuelva a repetir la gesta de nuestros futbolistas y la Copa de
Europa se venga para nuestro país, haciendo la número cuatro, con aquella
famosa de 1964; que ya es importante bagaje futbolístico. Eso, claro, sin mencionar el Mundial, del que
fuimos campeones allá en el 2010, para alegría general de todos nosotros.
(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 15/06/2016)
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