Como el día lo requiere, dada la fiesta que hoy celebramos como final de la
Navidad, vamos a hablar de magia e ilusión; antes de que mañana tengamos que
volver a la cruda realidad, cogiendo al toro por los cuernos y encarando
nuestro inmediato futuro de una forma civilizada, ordenada y siempre
dialogada. Y si fuere menester, pactada
y organizada a varias bandas, por el progreso y el bien de todos nosotros.
Pero eso será a partir de mañana, porque hoy, recién llegados hasta nuestra
capital y provincia, desde tierras lejanas del Oriente, los tres Reyes Magos de
nuestra Historia, cargados de juguetes y regalos para todos nosotros –claro que
“si hemos sido buenos de verdad” en el último año-, lo que procede es afanarse
en desenvolver estos regalos, con la correspondiente carga de intriga de cuál
pueda ser el obsequio adosada a nuestra emoción del momento, y disfrutar del
presente y de los presentes, tanto niños como mayores.
Porque es realmente enternecedor asistir al momento en el que los más
pequeños de la casa –tras haber colocado la noche anterior, con toda la
parafernalia que ellos se saben de memoria, los zapatos recién cepillados y
brillantes como ningún otro día, en la estancia principal del hogar-, asisten
en el día de hoy, emocionados sería poco decir, al instante mágico de abrir con
verdadero nerviosismo el regalo o regalos que tienen frente a sí.
Quedando perplejos y asombrados, pero agradecidos a los Magos en su fuero
interno, porque tienen entre sus manos el juguete tan deseado que soñaron
poseer desde el momento mismo en el que lo vieron por televisión la primera vez
y quedaron prendados de él.
El día se les hace excesivamente corto a los más pequeños de la casa, y
quisieran prolongarlo más allá de su habitual horario, porque las horas del
mismo, no les ha cundido apenas más que para poder hacerse a la idea del
juguete que tienen entre sus manos, y ellos quisieran seguir jugando y jugando
sin tiempo ni final…
Esta será a buen seguro, con ligeras variantes, la
escena que se repetirá durante la jornada de hoy en los hogares palentinos
donde existan menores en la familia. Y
donde no los haya, los regalos que también nos hacemos los mayores en este día,
marcarán un tanto las horas del mismo. Que asistiremos, igualmente emocionados, al momento sorpresa
tras recibir el presente.
Así que, ¡Feliz día de Reyes!.
(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 6/01/2016)
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