Pareciera como si la ciudad se hubiese despertado hoy más temprano que de
costumbre, movida por un resorte semiautomático que se hubiera puesto en marcha
recién amanecido este día.
De esta guisa, las calles han comenzado a mostrarse con mayor prontitud que
de costumbre llenas de gente, cargadas de actividad y un tanto ruidosas. Y si te fijabas en los rostros de la gente,
les encontrabas a la mayoría como mucho más risueños y expresivos, a la par que
cargados de una alegría que parecían querer compartir y contagiar en lo posible
al resto de paseantes con los que se cruzaban.
Y es que, cerrando como estamos el mes de diciembre y, con ello, el año
actual –que se nos pasó apenas sin sentirlo-, estamos también a tan solo dos
días vista de la celebración un año más de la fiesta central de la Navidad. Y
su preparación requiere una gran dedicación por parte de toda la familia, dado
que es un acontecimiento donde la familia cobra un protagonismo especial.
Y, para ello, se requiere del concurso de todas las manos para lograr que
el encuentro familiar sea propicio y llegue a buen puerto.
Entonces, de ahí ese bullicio y esas prisas de última hora de las gentes, y
ese ir de acá para allá, concluyendo los últimos preparativos de la
convocatoria.
Porque resulta ser una convocatoria familiar en toda regla en torno a una
cena especial, la de Nochebuena.
Una noche que todos nos deseamos venga llena de paz y felicidad. Para lo que no escatimamos esfuerzos: nos
encargamos de citar en torno nuestro a nuestros familiares, incluso a los que
están más dispersos y en lugares diferentes al nuestro; decoramos la casa de
manera especial para la ocasión –posiblemente con el nacimiento y el árbol de
Navidad, entre otros adornos-; elegimos las mejores viandas para agasajar a
estos familiares, y lo disponemos todo para que todo salga “a pedir de boca”.
Y, como colofón, alzamos la copa y brindamos por todos nosotros y porque el
año próximo, que ya se vislumbra, nos permita poder volver a reunirnos de esta
guisa todos –si bien, sin querer invadir demasiado el terreno de la Nochevieja,
en cuanto a deseos y brindis por el nuevo año se refiere-.
Deseos éstos, que hoy quiero compartir también con
todos ustedes desde estas páginas amigas de “Diario Palentino”:
¡¡Feliz Navidad!!.
(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 23/12/2015)
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