miércoles, 3 de junio de 2015

RINCÓN PALENTINO CON ENCANTO



Es media tarde, la coqueta y monumental Plaza de San Pablo palentina, y también sus alrededores más próximos –estos quizás por simpatía o por cercanía tanto real como sentida-, vibran y bullen de actividad en esas horas previas al crepúsculo, en las que todas las posibilidades de la tarde se abren todavía para su realización, antes de que la noche lo cubra todo con su oscuro manto y la Plaza entre en un silencio prácticamente total.

El marco arquitectónico no puede ser más espectacular, respirándose por una parte un acusado sabor antiguo y tradicional a través de las edificaciones del pasado, junto a otro de estilo moderno y más de nuestros días, que le proporcionan las nuevas construcciones de los entornos y los bares y terrazas que han ido surgiendo a su vera.

Vibra por minutos la Plaza debido a su trepidante actividad; con los más pequeños jugando en grupos y correteando alegres y bullangueros en todo su contorno; en tanto en torno a la espadaña de la iglesia sobrevuelan incansables una y otra vez decenas de pájaros que parecen contagiados del entusiasmo infantil.  Y los más viejos del lugar, que descansan buena parte de la tarde sentados en algunos de los bancos frente a la iglesia, se emocionan ante tanto movimiento de gentes de un lado para otro, añorando tal vez su pasada mocedad.  Mientras no quitan la vista de un grupo de niños que han elegido el monumento a la primera Universidad, allí ubicado, como centro o cuartel general de sus juegos.

De pronto, irrumpe en el ya ruidoso ambiente de la Plaza, un sonido nuevo, aunque familiar, cargado de reconocida sonoridad, que se prolonga por unos minutos y que, tras una pausa, vuelve a sonar una vez más, y luego otra más...  Los habituales del lugar en seguida reconocen la cadencia sonora y el soniquete musical; se trata del ensayo de la banda de cornetas y tambores de una cofradía titular, que tiene su sede en un edificio que, con su capilla anexa, se levanta en uno de los laterales.
 
Entretanto, y mientras la Plaza continua bullendo en su conjunto, la tarde va consumiendo sus minutos paulatinamente, aunque la intensidad de aquélla se extenderá en esta jornada por algún tiempo más, a buen seguro, pues el calendario de los días nos sitúa esta tarde en el comienzo de un nuevo fin de semana, que se adivina prometedor.
 
 
(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 03/06/2015)

2 comentarios:

  1. Precioso artículo para una Plaza súper especial y bonita.
    Un abrazo, Mía

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    1. Gracias, Mía. Es cierto, esta Plaza tiene un encanto especial. Hace algún tiempo que se me ocurrió escribir algo sobre la misma, al darse un montón de circunstancias en torno a ella. Y ya ves, llegó el momento. Un abrazo.

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