Pues en efecto, ¡albricias y parabienes sean dados!, que ya estamos en
verano, la estación que tiene en su haber y lleva a gala el convertirse en la
más alegre y calurosa época del año –según un sentir bastante general-. Y que, así las cosas, la venimos señalando en
el calendario de una manera especial por muchos motivos; entre ellos: su grata
y placentera temperatura, las vacaciones escolares y estudiantiles en general,
las vacaciones laborales y el cambio de aires por unos días, el variado y
atractivo colorido de las ropas de vestir, los campos repletos de vegetación,
los parques llenos de vida y especialmente animados...
Sin embargo, lo suyo ha costado que llegara, y dilatada en el tiempo se nos
ha mostrado su espera; porque si bien unos días parecía que quería llegar,
otros sin embargo no. Y así, con esa incertidumbre, nos mantuvo muchos días a
la espera. De un día para otro llegará, decíamos; pero costó, costó; porque no
acababa de asomar para instalarse entre nosotros con todas las de la ley.
Y bien es cierto que, según los días y a la vista de los resultados
prácticos de éstos en el ambiente, uno podía cambiar de opinión de un día para
otro en esto de afirmar con rotundidad que ya estamos en verano. Porque si bien unas jornadas se mostraban
resplandecientes y hasta con un sol de justicia o incluso más, en según qué
horas; otras se nos revelaban todavía frías y teniendo que buscar el remanso de
las construcciones, recordándonos quizás días de otoño e incluso hasta de
invierno, nada deseables.
Así que, cuando estas líneas lleguen a los lectores, aunque hayamos
sobrepasado por unos días el famoso solsticio de verano y las hogueras de San
Juan anden todavía presentes en muchos lugares de nuestro país, con los últimos
rescoldos de las mismas eliminándose de las eras y descampados donde fueron
encendidas, uno –que para nada es entendido en estas lides de pronosticar el
tiempo que nos hará a algunos días vista, ni tampoco en el período de unas
horas tan solo-, no puede vaticinar con qué temperaturas se podrá encontrar el
lector en su ambiente más inmediato.
Pero lo que sí volverá a hacerse realidad con la
llegada del verano y como pegado a él,es la multiplicidad de fiestas que, bajo diferentes
celebraciones y advocaciones varias, serán un continuo sucederse
en un incesante no parar a todo lo largo y ancho del mapa provincial.
(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 24/06/2015)
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