“La Navidad nos desamuebla la cabeza”, es una de las curiosas frases que ha
elegido una gran multinacional por todos conocida, para lanzar a los cuatro
vientos su campaña televisiva estas navidades. Todos, a buen seguro, hemos
visto este anuncio en la televisión estos días y nos hemos emocionado.
Bien, pues sin llegar seguramente a esta afirmación tan severa, algunos
cambios pienso que sí que realizan las navidades en todos y cada uno de
nosotros.
La mayoría de ellos, quiero entender que positivos. Aunque puede ser que pasajeros, de unos días
tan solo; el tiempo que la misma abarca, quizá.
Sin que su prolongación vaya más allá de su final en la mayoría de las
situaciones.
Que, desde luego que se espera y se desea por el gran público que el bien
llamado “espíritu de la Navidad”, que durante los días centrales de la
celebración parece inundarlo todo de bondad y buenos deseos a nuestro
alrededor, se prolongue entre nosotros más allá de esas fechas; porque sería
fantástico.
Que, buena falta que nos está haciendo que el ángel alado de la abundancia
nos toque con su varita mágica y nos eche una mano para resolver de una vez por
todas nuestros déficits de puestos de trabajo y de crecimiento económico
subsiguiente, por ejemplo.
Que ya sé también que esto no es cuestión de ángeles salvadores, al menos
entendidos así en su espiritualidad divina; y que, por contra, las cosas son
mucho más complejas que todo eso.
Pero dado que estamos en Navidad, donde un cierto halo de magia especial
plena de buenas intenciones y mejores deseos, parece recorrer nuestras vidas
durante unos días, pues por pedir que no quede...
Aunque año tras año, indefectiblemente, y por más que nos empeñemos,
resulta que al final ese espíritu tan elevado y tan mágico, se convierte luego
en una especie de sueño no realizable más que en muy pequeñas dosis.
Sin embargo, apurando un poquito más esa especial sensibilidad de estas
fechas, acompañada de un cierto misterio positivamente presente, y enlazándolo
todo ello con el anuncio televisivo, éste finaliza con otra frase apropiada a
este momento: “Nada como el hogar para volvérnosla a amueblar”. El hogar, donde la Navidad alcanza su mayor
grado de expresión…
Por cierto, ¡Feliz Navidad!.
(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 24/12/2014)
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