...tu situación laboral: que, simple y llanamente, estás jubilado.
En este continuo devenir de los días, de pronto un día alguien que está
a tu lado va y te recuerda –¡como si tú no te hubieses percatado ya!- que, a
fecha actual, has alcanzado la edad reglamentaria y, por lo tanto, tu situación
laboral pasará a partir de entonces a otro momento diferente de tu vida. Que, simple y llanamente, estás jubilado.
Y, en efecto, como ha llegado el día, realizas en tu centro de trabajo
los trámites correspondientes, acudes a las oficinas de la Seguridad Social
para gestionar la pertinente jubilación y, a partir del día siguiente como por
arte de magia, el despertador ya no suena a la hora de costumbre en la temprana
mañana, la hora del desayuno se pospone a gusto del recién jubilado, y la
degustación del café con leche, que se realiza sentado frente a la mesa y no en
pie de prisa y corriendo, se extiende inopinadamente sin parar mientes en el
tiempo transcurrido, mientras de fondo el locutor de la televisión va
desgranando una a una las noticias más representativas de la mañana.
Y tú allí, sin prisa alguna, reposando el desayuno y poniéndote al día
de la actualidad informativa y ojeando de hito en hito el teléfono móvil por si
te llega la confirmación de la hora para salir con el grupo de amigos a
pedalear un rato sobre la bicicleta por la orilla del Canal o camino del monte
“El Viejo”.
Mientras tanto, la ciudad va recuperando poco a poco su pulso habitual y
sus calles se van llenando de gentes que las transitan con uno u otro motivo y
camino de algún lugar en concreto; o puede que también sin ningún destino
previo, sólo gozar de la mañana y si, de casualidad se produce el encuentro con
algún compañero también jubilado, rememorar algún recuerdo del pasado en el
centro de trabajo.
Eso sí, cuando el reloj de la Plaza Mayor marque las dos de la tarde y
su eco repiquetee la señal en las calles próximas, muchos de los paseantes de
la ciudad que ya no se encuentren en activo, sabrán que es la hora de regresar
a casa para la oportuna colación de mediodía; eso sí, pasándose previamente por
la panadería que les queda más a mano, para recoger allí el pan que antes
dejaron encargado.
(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 18/03/2020)
Javier de momento muchas actividades las tendras que dejar para mejores tiempos.
ResponderEliminarFelicidades.
Muchas gracias, Tomás, por tus palabras. Y sí, habrá que esperar a que pase todo esto para esas actividades. Saludos.
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