...los atardeceres de Palencia –y primeras horas de la noche, incluidas-, van a estar muy animados estos meses de canícula...
Estos días de verano, y en
especial sus noches cálidas y agradables, se muestran propicias a los
palentinos para estar en la calle y vivirlas de manera diferente. Y es así, que puede decirse que los
atardeceres de Palencia –y primeras horas de la noche, incluidas-, en concreto
durante los cinco días de la semana que van del miércoles al domingo, van a
estar muy animados estos meses de canícula.
Y es que, en efecto, la cosa
está en que se han puesto de nuevo en marcha en la capital durante esos días de
la semana, las famosas visitas teatralizadas de las antiguas “rutas de la luz”,
denominadas ahora “Luces de Palencia”, pero bajo la misma temática.
Porque todas ellas giran en
torno a nuestros grandes edificios y monumentos que forman parte de nuestro
patrimonio cultural y artístico, iluminados especialmente durante el verano y
para la ocasión.
Y así, un día en una de estas
rutas, nos encontraremos visitando, por ejemplo, los grandes monumentos de la
ciudad y adentrándonos sobre todo en la catedral para admirar su riqueza
artística, a la par que vamos conociendo un poco más de la vida y obras de
algunos de nuestros personajes más ilustres del pasado. Mientras que otro de esos cinco días nos
hallaremos recorriendo la Palencia histórica y modernista, y sus edificios y
personajes más emblemáticos que les construyeron o les dieron vida de alguna
manera en el pasado.
Para, otro de esos atardeceres
descubrir que la urbe se ha convertido de pronto en una ciudad de cuento, donde
a las gentes que acompañan el discurrir de esta nueva ruta nocturna –y en
especial a los más pequeños-, se les cuenta la historia de Palencia haciéndose
valer de pequeños cuentecillos que son representados en determinados lugares.
Y para los domingos, el plato
fuerte, la ruta que tiene como protagonista al insigne escultor palentino,
Victorio Macho, visitando sus esculturas de la ciudad; y sobre todo el ascenso
hasta el cerro del Otero, donde se encuentra su obra maestra y su museo.
Y si aún nos quedan ganas, en
la ruta de la “luz y el sabor”, se pueden reponer fuerzas degustando algunos de
los productos gastronómicos locales.
(Publicado en el Periódico Local "Diario Palentino" el 01/08/2018)
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