Porque la alegría va por barrios, que diríamos en nuestro ámbito más íntimo...
Ha pasado lo que ha pasado en el ambiente general del
país este último fin de semana, en el inicio de este junio al que sin
cortapisas posibles se le demandará y exigirá por todos los medios un cambio
radical en el proceder en general, y nosotros con estos pelos, pillándonos de
fiesta. Eso sí, una fiesta sin grandes estridencias ni excesivos bullicios; un
poco para ir engrasando la maquinaria cara a los días grandes de San
Antolín. Pero fiesta a fin de cuentas.
Y según para quién, celebrándolo con grandes alharacas
o tratando de olvidarlo; dependiendo de cada cual, claro. En uno u otro caso, bajo el marco de la
fiesta, que acompañará celebraciones o ahogará penas; así es la vida. Porque la alegría va por barrios, que
diríamos en nuestro ámbito más íntimo.
Barrios palentinos que, por cierto, ahora que ha
pasado nuestra Feria Chica –ensayo a pequeña escala de la que será, a nivel de
espectáculos y demás animaciones feriadas, nuestra próxima feria grande-;
tomarán de inmediato el relevo, uno tras otro sin solución de continuidad, en
unos días de bulliciosa y jaranera confraternización entre vecinos y gentes de
otras procedencias que hasta allí quieran llegarse para unirse a la fiesta.
Pero eso sí, con un ojo puesto en el devenir del país, que está en vilo tras
precipitarse los acontecimientos.
Fiestas de nuestros barrios que, de alguna manera,
tomarán el pulso a la ciudad desde otro punto de vista y otra perspectiva
diferente al día a día laboral.
Aprovechando, en ocasiones, la representación vecinal el momento de la
celebración para reivindicar ante las autoridades municipales allí presentes - y
dado que el Carrión pasa por Palencia-, las carencias o deficiencias de su
particular parcela ciudadana a su forma de ver.
Y, ¡cómo no!, habida cuenta de los momentos tan especiales que se viven
en medio de actos alegres y distendidos en un sentir general de fiesta, con una
probabilidad elevada de obtener alguna respuesta positiva; aunque en el fondo
sean en ocasiones verdaderos cantos de sirena para tratar de salvar el momento
y el “aquí te pillo, aquí te mato”...
Pero que la fiesta no decaiga.
(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 06/06/2018)
No hay comentarios:
Publicar un comentario