Canta el ruiseñor porque está alegre,
sin saber que con su canto nos confiere vida;
y los palentinos te cantamos con fe cada día,
cuando pasamos junto a tu refugio, ¡Madre!.
Palencia entera hoy te canta,
a la par que te quiere, te reza y de implora;
cuando en el discurrir de sus días está contenta,
pero también cuando está triste y afligida.
Y en este dos de febrero, ¡Madre!,
Tú que eres Patrona y bienhechora nuestra,
acude presta a nuestra llamada,
que necesitamos tu intercesión ante el Padre.
Para que aquellos que nuestros pueblos rigen,
encuentren paz y sosiego en sus quehaceres,
y nos otorguen sabias y valiosas decisiones
cuando de ejercer su mandato traten.
Y así, todos juntos en Comunidad,
acudiremos este dos de febrero, ¡Madre!,
a mostrarte nuestros respetos con humildad
al tiempo que tu favor será menester rogarte.
José-Javier Terán Díez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario