“Cae la nieve” (“tombe la neige”), era allá en nuestros mágicos, a la par que míticos años 60, el título de una canción de acusado corte romántico que susurraba nuestros oídos triunfando en medio mundo, interpretada por la voz aterciopelada y sensual del legendario Salvatore Adamo. Y ahora, en nuestro tiempo, en nuestra actualidad más inmediata, tratando de hacer una a modo de paráfrasis secuencial de los hechos, se podría decir aquello de que ¡vaya si cayó la nieve!. Y con inusitada fuerza en varios de nuestros límites territoriales.
Porque no me negarán que no cayó, y volvió a caer y a caer ésta durante
muchas, muchas horas, en nuestro norte provincial sobre todo?.
Y una vez metidos en faena, desde el propio foco de la tormenta se iba
viendo que lo estaba haciendo con tanta fuerza que parecía como si aquello no
fuese a parar nunca. Siendo tanta la insistencia de esta acción que, el monto
final del espectáculo proporcionado por el blanco elemento, llegó a alcanzar en
según qué zonas hasta el metro bien pasado de altura, con mediciones a pie de
campo por los propios del lugar; que para eso tienen su experiencia y un buen
ojo clínico a la hora de capear el temporal.
Si en los últimos años por estas fechas, a la vista de lo que iba
sucediendo, hemos escuchado un sinfín de veces aquello de que: “¡qué pena que
ya no nieva como antes”, o que: “para nevadas, nevadas, las de antes…”; bueno,
pues estos últimos días hemos podido asistir con todo lujo de detalles,
instantáneas fotográficas en primer plano dando fe de ello, a la
desmitificación de estas frases.
Y si no, que se lo pregunten a los habitantes de nuestro norte provincial
donde, de la noche a la mañana, se encontraron un amanecer con que, de pronto,
no podían salir de sus casas, ni tampoco sacar el coche de la cochera para
acudir a su lugar de trabajo, porque la nieve cubría todas las puertas de sus
casas.
Si bien, de otro lado aparece presto el aspecto bucólico de la belleza de
la nieve en el paisaje, con decenas de amantes de la fotografía intentando
captar el mejor plano del momento y el lugar.
Circunstancia que, los habitantes del sur de la
provincia, a falta de poder verla caer en directo, hubimos de hacerla nuestra,
aunque fuera desde la distancia, para poder contemplarla a través de muchas de estas
instantáneas “colgadas” en las redes sociales. Y es que el personal tenía ganas
de darle al botón del objetivo en un marco tan lleno de candor.
(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 4/02/2015)
Si estos días recordamos también aquello de "Sigue nevando" de José Vega Antuña en los Cimbalillos.
ResponderEliminarSaludos.
Sí, Tomás. Todavía me acuerdo de aquellas crónicas desde La Pernía de José Vega Antuña en "El Cimbalillo" de la única radio que había en aquel entonces en Palencia. Y cómo nos relataba con su voz tan especial los inconvenientes que la nieve creaba en su Comarca. Saludos.
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