DE JUGLARES Y TROVADORES

Si, ya de común, los domingos nos vinculan al disfrute de un día de fiesta al finalizar la semana, los de este verano en concreto, para muchas de las principales localidades de nuestra provincia, van a tener un añadido más, aparte de que, en el tiempo, sea verano y estas se encuentren mucho más concurridas que de costumbre.

Y es que, por momentos y como por arte de magia, sus Plazas Mayores van a volver a llenarse de juglares, trovadores y comediantes, apareciendo así de súbito por cualquiera de las calles de la población con su pompa, su boato y sus correspondientes séquitos de acompañamiento, rompiendo la rutina de la mañana; aunque eso sí, seguro que lo harán unos juglares, unos trovadores y unos comediantes modernos, del actual siglo XXI, vamos.

Y será justamente al mediodía de estos domingos, en los momentos en los que el bullicio de estas poblaciones más fuerte se manifiesta entre el gentío que acoge su Plaza Central, en esos instantes tan especiales y casi mágicos del aperitivo y del vermut, cuando estos grupos de comediantes modernos irrumpirán en medio de la concurrencia, sin previo aviso, para escenificar, seguramente, mil y una historias del ayer trasladadas al hoy y representadas en el presente.

Así que, si ya es habitual que estas poblaciones se vean especialmente concurridas durante los luminosos días del verano, la presencia ahora de estos modernos comediantes de la legua será un aliciente más y animará el cotarro, llenando de color y variopinto espectáculo visual el ambiente de la Plaza. 

Porque volverán a escucharse viejas coplas de ciego relatando un crimen con algunas referencias al lugar o lugares próximos. En tanto que en otra localidad saltarán a la Plaza grupos de malabaristas y saltimbanquis que se harán con el espacio de la plaza en un santiamén, desarrollando su trabajo con absoluta maestría entre los continuos aplausos de los vecinos allí congregados.

Pero, ¡ojo!, porque puede que, llegada la hora de la función, en algunas de estas Plazas aparezcan también simpáticos e ingenuos personajillos que intenten hacer de las suyas entre la concurrencia, valiéndose de sus dotes como reconocidos pícaros y rufianes al uso.

 

Sin que en otros momentos dejen de estar presentes el mago de turno con su espectáculo de magia clásica y moderna que eleve el grado de curiosidad del auditorio, o el grupo de músicos callejeros alegrando las horas del mediodía. 

(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 25/06/2014)