Bueno, pues parece que tras las muchas peticiones y prédicas al respecto
que el Santo patrono de los agricultores ha recibido de estos y por estos lares
durante los últimos días, encaminadas todas ellas a lograr su intercesión para
que a la mayor brevedad las nubes que marchan sobre nuestras cabezas se
“abriesen” sin demora y, generosamente, descargasen sobre nosotros su parte
alícuota de lluvia, esto es, tirando más a mucha que a poca; por lo que se ve, el
Santo en cuestión ha atendido prontamente estas demandas un año más, y ha
intervenido de una forma decidida para que esa agua tan necesaria llegase a
nuestros campos, como así lo ha hecho durante los últimos días.
Bien, pues así las cosas, y tras un tiempo de corretaje para realizar las
oportunas valoraciones a pie de campo sobre si la cantidad de precipitaciones
recibidas por nuestras tierras, han sido de momento suficientes o debían
haberse recogido muchos más litros de este líquido elemento para una mayor
reserva en el subsuelo y un mejor aseguramiento de las cosechas; lo que toca
ahora es esperar a que esta agua que ha regado nuestros campos, es de esperar
que a tiempo todavía, ejerza sobre ellos su benéfica acción y los frutos granen
con total normalidad.
Eso sí, recordando a quien pueda acogerlo, que seguro no será otro que el
tan repetido Santo, que no obstante lo anterior, no se olvide de que quizá de
aquí a unos días, se precise de nuevo de su intercesión por aquello de
aquilatar en su punto definitivo las cosechas, y envíe de nuevo a nuestros
campos un pequeño recordatorio en forma de lluvia; pero bueno, eso sólo si
acaso, porque tampoco es cuestión de andar con la pedidera siempre en la boca…
Y es que, estos días, con tanta necesidad como había, que nuestros campos
estaban ya completamente sedientos después de tanto tiempo sin recibir ni una
sola gota de agua, hasta se abrían con ganas los paraguas en respuesta a la
lluvia que caía, cual oro en polvo.
Y no sé yo si algunas gentes en algún lugar, llevadas
por la animación, no habrán tratado de representar, en plan “amateur” claro,
alguna de las escenas de aquella famosa película llamada “Cantando bajo la
lluvia”, donde el actor Gene Kelly protagonizara algunos momentos de cine
impagables, que han quedado perpetuados para siempre en nuestro
recuerdo.
(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 28/05/2014)
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