¡San Antolín!

 

Pues sí amigos lectores, por fin llegaron estas fechas en el calendario, y los palentinos vamos a estar desde hoy mismo de fiesta un año más; porque justo hoy, con el Pregón Popular desde el balcón del consistorio, pronunciado por la atleta palentina Marta García, y el tradicional cohetón de inicio, van a dar comienzo las Ferias y Fiestas de San Antolín de este 2024.

Y como ayer tuvo lugar el pregón literario para abrir boca y ambientar los preliminares, que siempre viene bien mirar unos minutos hacia atrás y situar la celebración festiva en su justo punto en nuestra historia, pues resulta que ya estamos todos.

Así que sin más dilación, será esta tarde cuando en nuestra ciudad estalle la fiesta por todo lo alto, y las ganas de juerga y diversión por doquier inunden nuestras calles, con nuestras Peñas ambientando la tarde-noche e impregnando de alegría el sentir de las gentes que, en gran número sin duda, se concentrarán en nuestra antañona y coqueta Plaza Mayor.

Desde aquí, cautivados por las emotivas palabras de la pregonera invitando a la ciudadanía a llenar calles y plazas para desde ya mismo poder gozar de la fiesta en toda su extensión; y advertidos por parte del consistorio a través de su regidora, de que el personal se divierta cuanto más mejor, pero siempre con moderación y respeto, habría que decir que contamos ya con todos los permisos reglamentarios para meternos de lleno en “faena”, perdón en la fiesta, y no parar hasta que esta finalice, allá por el tres de septiembre.

Eso sí, tras haber honrado como se merece a nuestro Patrono San Antolín el 2 de septiembre, en su día grande, echándonos a la calle con nuestras mejores galas para disfrutar como nunca.

Porque esta oportunidad se nos ofrece solamente una vez al año, coloquémonos todos en el cuello desde ya la pañoleta morada representativa de nuestras fiestas, y démosle rienda suelta a la fiesta de mil y una maneras diferentes a través de los cientos de actos programados por nuestro consistorio.  Que seguro vamos a encontrar más de uno que nos ayude a meternos de lleno en la celebración.

Y, cómo no, vaya desde aquí mi deseo de unos ¡felices sanantolines! para todos.

 

 (Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 28/08/2024)

Recuperando la ciudad

 

Durante estos días, todavía se encuentra nuestra ciudad huérfana del diario pasear ciudadano, del ser y estar de sus gentes habituales; y en sus calles se respira por ello una cierta soledad cuando uno se pasea por ellas.  Es el signo del tiempo de verano, que todavía se encuentra entre nosotros. 

Porque son muchos los que en estas fechas salen de la ciudad en busca de otras tierras donde pasar su temporada de vacaciones, quedando esta casi bajo mínimos; con el personal justo para que la misma pueda mantenerse en pie, subsistiendo a los embates del calor y cumpliendo las expectativas de mantenerla a flote con los cuidados correspondientes y la actividad mínima de conservación.

Pero en ese discurrir de los días no faltará mucho ya para que, de pronto, un buen día salgamos a la calle y, como por arte de magia, la reencontremos iniciando la recuperación de su habitual actividad, con las gentes en gran número paseándose de aquí para allá y entregándose a sus quehaceres cotidianos. 

Y si a este fenómeno, casi paranormal exagerando un poco, le añadimos además que en esos días de finales de agosto estaremos por aquí preparando todo lo adecuado para celebrar por todo lo alto nuestras fiestas patronales, nos vamos a encontrar con que nuestra ciudad se nos mostrará de pronto mucho más concurrida. 

Y ello porque, a quienes van regresando escalonadamente a la misma una vez finalizadas sus vacaciones, se unirán también aquellos otros que vengan a la ciudad con motivo exclusivo de la celebración de estas fiestas, que gozan siempre de un gran tirón popular.

Así que día arriba día abajo como aquel que dice y en un visto y no visto por esa especie de juego de magia ya referido, pasaremos de encontrarnos prácticamente desierta a nuestra emblemática Calle Mayor, así como a otras aledañas a la misma, a verlas repletas de gente, desbordadas casi, camino de la normalidad diaria en el ser y el estar de la habitualidad de sus días.

Y es que la magia bien entendida, tiene a veces la capacidad de hacer aparecer o desaparecer a las personas en según qué lugares y momentos.  Que se lo vengan a decir a nuestra Calle Mayor Principal.

 

 (Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 21/08/2024)

 

Paseando la ciudad

 

Continúa su camino entre nosotros el mes de agosto, en su ecuador ya; regalándonos su ancestral calor para dar y tomar.  Asumiéndolo cada cual de la manera que mejor entiende y adaptándolo en lo posible a su interés particular.  Que lo que para unos es mucho, exagerado casi, para otros es normal dado el tiempo en el que nos movemos.

Poco más habría que decir a este respecto, salvo que agosto va fluyendo con su tradicional parsimonia y su continuo ir y venir de las gentes de acá para allá; aunque nada sea ya como antes y cualquier parecido con ello sería una quimera difícil de imaginar; porque a nuestro lado el mundo de la actualidad política, sin ir más lejos, no anda pacífico y casi a cada paso nos proporciona más de un susto.

Por lo que henos aquí, en permanente guardia casi aun en agosto, ante lo que pueda suceder en el convulso área de la realidad política y social del país.  Y sí, aunque estemos en pleno mes de agosto debemos estar con las antenas bien orientadas tratando de captar cualquiera de esas señales.

Claro que eso sería sólo en el plano del más estricto seguimiento puntual y a carta cabal de la actualidad político-social; porque no obstante, como agosto que es, la mayoría del personal anda, como no podía ser por menos, pensando y ejecutando sus planes de vacaciones, buscando un destino fuera de su marco habitual de vida para tratar de desconectar de su actividad laboral y monótona del día a día.

Por lo que nuestras ciudades ven cómo van quedándose prácticamente desiertas durante estos días, huérfanas de sus habituales habitantes, que han encontrado su acomodo en otras latitudes por unos días; bien junto a la playa, acaso junto a la montaña, tal vez en otros núcleos de población más pequeños, o en mil y un lugares más a lo largo del mapa mundial.

Porque todo vale con tal de alejarse durante un tiempo de la habitualidad de los días, de los paisajes y lugares comunes, de las preocupaciones diarias.  Con el añadido de poder cambiar de aires y cargar las pilas de nuestra energía y vitalidad personal cara a enfrentarnos en mejor disposición a las nuevas empresas que, sin duda, se nos presentarán.

 

 (Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 14/08/2024)

 

Agosto

 

Pues como el que no quiere la cosa, estamos ya en el segundo de los dos meses típicos del verano de toda la vida, agosto.  Y claro, como era de prever y porque así debe ser además, el calor viene apretando de lo lindo.  Porque, de otro lado, ¿cuándo si no lo va a hacer?.

Bien es cierto que la fuerza de sus rayos no descarga por igual en todo el territorio peninsular e insular.  Ya lo sabemos de cada verano y así viene ocurriendo, que unos buscan este elemento por encima de todo en tanto otros huyen de él a poder que sea.

Pero vamos, que eso es así y no se puede cambiar.   Lo que a lo máximo se puede, es buscarlo y gozar de él en su máxima expresión, si ese es el interés; o ponerse a cubierto y combatirlo de las formas habituales.

Eso sí, como consecuencia de todo ello, en el plano general el país va al ralentí en muchos aspectos de la vida, sin que los motores de la actividad se paren en su totalidad, en efecto; pero sí que se encuentran al mínimo de revoluciones; logrando así permanecer en activo en modo digamos conservación y con muy poca actividad.  Sólo la básica, podría decirse.

Porque la mayoría del personal –según turnos-, anda fuera de sus puestos de trabajo, disfrutando de unos merecidos días de vacaciones; que estamos en el mes en el que estamos y es lo que prima por encima de todo.

Claro que aun partiendo de esa premisa, dado lo convulso que está el área de la política en nuestro país de un tiempo a esta parte, no todo el mundo anda gozando por igual del descanso cuasi total como ocurría tiempo atrás; si acaso, unos pocos días tan solo que se habrán podido tomar a caballo de tal o cual súper imprescindible momento de tener que permanecer al frente de los botones de mando.  Y pare usted de contar.

Que los acontecimientos en ese aspecto no pintan nada bien y no se muestran pacíficos para que uno se pueda permitir el lujo de irse de vacaciones todo un mes y descansar cada día a la pata la llana, como sin duda sería lo ideal; porque demostraría que las cosas caminan por su cauce habitual y ya llegará septiembre para ponernos las pilas y tirar hacia adelante.

En cualquier caso, ¡feliz mes de agosto!, claro.  

 

 (Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 07/08/2024)