Pues aquí estamos, en medio de este puente –más bien
acueducto-, que nos proporciona cada año por estas fechas el mes de diciembre y
las festividades que celebramos en sus primeros días: el día de la Constitución
y la fiesta de la Inmaculada Concepción.
Y vengan bien o mal dadas las circunstancias del
momento, la realidad es que con tres días hábiles que nos tomemos de permiso
–días que el que más y el que menos se guarda para ocasiones así-, podremos
estar lejos del ciclo laboral durante los siete días de la semana, e incluir si
acaso el sábado y el domingo anteriores.
Y ya libres de apegos laborales, habrán sido muchos
los que hayan puesto tierra de por medio para recalar en diferentes destinos
lejos de su lugar de residencia habitual; eligiendo bien la playa, acaso la
montaña, tal vez alguna ciudad del interior o incluso algún país más allá de
nuestras fronteras.
Y muchos también los que habrán optado por regresar a
su pequeña patria local, su pueblo de nacimiento o adopción, donde recalan de
común siempre que logran reunir algún día extra más allá de los festivos. Y con más motivo en esta circunstancia, que
son muchos más los días libres para disfrutar a pierna suelta y con total
tranquilidad.
El caso es que aquí estamos en medio de la corriente
de la vida, pasado el día institucional y conmemorativo de nuestra Constitución
y en puertas de una celebración religiosa, la Inmaculada, cuyas fechas en el
calendario han hecho posible este acueducto de días libres para una parte de la
población.
Así que, colocados en sus destinos de elección, como
estarán unos, o continuando con sus quehaceres en sus lugares habituales otros,
eso sí con el país a medio gas, aunque luciendo más y mejor que cualquier otra
época del año por aquello de la iluminación especial de Navidad encendida ya en
todos los territorios, nos estamos acercando a pasos de gigante a las grandes
celebraciones navideñas, donde ahí sí que su tradicional solemnidad hará que la
vida del país vaya al ralentí durante unos cuantos días, conmemoración de
bienvenida al nuevo año incluida.
Entretanto, felices días de este primer “puente” de
diciembre.
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