Este año 2022, cumple 50 de existencia nuestro
emblemático Instituto “Alonso Berruguete” de la capital, el “Insti nuevo”, como
se le conocería tras su apertura, con el fin de diferenciarlo del otro ya
existente, el “Jorge Manrique” que, por lo mismo, entre los estudiantes primero
y luego por parte de todos los palentinos, se le pasó a conocer como el “Insti
viejo”. Cosas de la comunicación y de
saber interpretar con dos cortas palabras a cuál de ellos nos estábamos
refiriendo en una conversación.
Como cuando –y aquí hago una referencia personal-
viviendo en el pueblo coincidió en el grupo de chavales que éramos dos con el
nombre de Javier; y para diferenciarnos en las conversaciones a pie de calle y
entre nosotros, al otro Javier, que era algún año mayor que yo, se le conocía
como “Javi el mayor”, y al que suscribe, como “Javi el pequeño”. Una manera práctica de diferenciarnos, que
con la edad adulta desaparecería tal bautismo diferenciador.
Bien, pero a lo que íbamos, que era este medio siglo
de vida que acoge en su ser y en su historia el “Alonso Berruguete”, el
Instituto que se erige junto a nuestro emblemático puente de hierro y que lleva
ya cincuenta años impartiendo la enseñanza a diferentes generaciones de
palentinos.
Para nosotros, los que estudiábamos en aquel entonces
en el “Insti viejo”, toda una institución ya en la capital, la apertura de este
nuevo centro significó un pasar a estar más desahogados en las aulas, en los
pasillos y también en el recreo, pues fueron muchos los compañeros que se
pasaron al nuevo centro para continuar estudiando allí el bachillerato, por
aquello de la novedad. Y cuando nos
encontrábamos por el salón durante el recreo, tras saludarnos era inevitable el
preguntarles qué tal les iba en el flamante Instituto, respondiéndonos casi a
coro que muy bien, que allí era todo nuevo y les había hecho ilusión
estrenarlo.
Claro que en más de una ocasión surgirían también,
entre ellos y nosotros, más de una y más de dos conversaciones sobre la bondad
o no de la enseñanza y de los diferentes profesores en uno y otro centro, sin
que al final sacásemos ninguna conclusión definitiva.
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