Por todo ello y para todos, ahora y siempre, ¡Feliz Navidad!...
Estamos caminando en estos días de este último mes del año, por unas
fechas en las que el que más y el que menos mostrará de distinta forma y
condición el estar mucho más cercano de las personas con las que se comparte el
día a día.
Es cierto que parece una excepción que debiera producirse de igual
manera durante el resto del año. Es lo
que siempre se pide y se pone de manifiesto en los brindis de las reuniones
familiares, de amigos, de compañeros de trabajo, de asociaciones, de clubes…,
que con motivo de estas fiestas se juntan y confraternizan en torno a la mesa.
Pero es innegable, también, que durante estos días se producen una serie
de circunstancias a nuestro alrededor, que propician por sí solas o ayudan en
grado sumo a que tengan lugar estas veladas.
Llegando a ser en algunos casos una disculpa –una bonita disculpa
pudiera decirse- para que se lleven a cabo estos encuentros de
confraternización, como ocurre con los que tienen lugar en muchos de nuestros
pueblos con motivo de que hasta ellos se acerquen quienes un día debieron
partir, pero que regresan a ellos por estas y otras señaladas fechas.
Porque el que las calles de nuestros pueblos y ciudades se llenen de
luces de vistosos y llamativos colores, se programen actos festivos y
culturales en exclusiva para estas fechas, se decoren y engalanen balcones y
fachadas de nuestras viviendas, al igual que el propio interior de nuestras
casas, resultan todos ellos elementos significativos que contribuyen a que las
personas nos sintamos mucho más alegres en estas fechas y queramos compartirlo
con los demás en demostraciones y reuniones como las ya señaladas.
Toda la magia de la Navidad, pues, puesta a nuestra disposición, para
que saque de nosotros ese espíritu mucho más humano y cercano para con nuestros
congéneres más próximos, pero también para con el resto de personas de nuestro
mundo más a mano, y de otros mundos hoy más lejanos, a los que de esta manera
les hacemos más semejantes al nuestro.
Por todo ello y para todos, ahora y siempre,
¡Feliz Navidad!.
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