Y, como lo cortés no quita lo valiente, ¡Feliz Año Nuevo!...
Bueno, pues un año más por
estas fechas me siento ante la hoja en blanco del ordenador, tratando de hacer
algún tipo de balance –por aquello de que es lo que se estila siempre en todos
los finales de año-, sin cantidades crematísticas de por medio, porque no
vienen al caso; sino sobre el acontecer mismo de la vida durante el que fuera
inmediato tiempo pasado, mirando hacia atrás y no con ira, precisamente.
Sin embargo, echas la vista
atrás, como en esencia corresponde, y parece que fuese ayer mismo cuando,
pasados los primeros días de enero y tras retirar de nuestros balcones las
últimas guirnaldas que decoraban nuestra casa con motivo de la Navidad,
emprendíamos un camino hacia lo desconocido con todo un año entero por delante,
con sus días y sus noches, sin conocer lo que el destino nos depararía en la
sucesión de sus horas, minutos y segundos.
Bien, pues henos aquí ya, una
vez concluido en la práctica todo este período de tiempo al que hemos convenido
llamarle año, analizando lo que de bueno o malo, positivo o negativo nos deparó
el mismo; y si, con los elementos a nuestro alcance, fuimos capaces de ir
creciendo a la vida y aumentando las cuotas de bienestar, tanto individuales
como de la sociedad en general, como síntoma de que la evolución económica y la
riqueza del país alcanzó a un mayor número de ciudadanos, como resultado de una
dirección política que supo estar acorde con lo que el país necesitaba, y no
perderse en disquisiciones carentes de valor y que nada contribuyesen a
facilitar el bien común.
Y aquí, en el aspecto político
y de nuestros dirigentes, sí que habría que hacer, supongo que necesariamente,
un balance bastante negativo y hasta triste si se quiere; porque de lo
anteriormente expresado, más bien poco llegó a producirse; y el clima bronco y
de enfrentamiento entre las diferentes formaciones políticas fue la tónica
cuasi general del año, con mayor agravación, si cabe, en la segunda parte del
mismo.
De todas formas, y con la
esperanza de que en el próximo ejercicio sí se logre alcanzar lo que en éste se
malogró por culpa de unos y de otros, hacemos votos por su consecución. Y, como lo cortés no quita lo valiente,
¡Feliz Año Nuevo!.
(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 26/12/2018)
Feliz año para ti y los tuyos.
ResponderEliminarSaludos
Muchas gracias, Tomás. Lo mismo te deseo para ti y los tuyos. ¡Feliz 2019!.
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