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El
caso es que aquí lo tenemos, recién amanecido –en concreto, a eso de las 6:24
hora peninsular de hoy miércoles...
Así es, llegó el tan ansiado verano a efectos del calendario; sin
grandes alharacas así a simple vista –salvo esa ola de calor que nos sigue y
nos persigue hasta límites insospechados desde hace demasiados días ya-. Y lo ha hecho como una continuación más bien
de los días anteriores, igualmente calurosos y asfixiantes por demás. Aunque como cómputo general, puede que con el
regocijo de algunos –quizás los más-, pero con la queja particular de otros,
los menos…
El caso es que aquí lo tenemos, recién amanecido –en concreto, a eso de
las 6:24 hora peninsular de hoy, según los más entendidos en la materia, que
son al fin y a la postre los del Observatorio Astronómico Nacional-.
Y en su estreno, se nos ha mostrado limpio y perfumadito como el que
más, y listo para salir por ahí a proporcionar al personal mil y un momentos de
alegría y diversión. Pero por encima de
todo, sol; mucho sol, grandes dosis de sol; sol a destajo en el norte y en el
sur, en el este y en el oeste. Aunque ya
se adivina que en algunos lugares con mucha mayor intensidad que en otros; es
lo que toca cada año, que ya se lo tiene bien aprendido y no duda en ponerlo en
marcha.
Él aporta la materia prima, colorea el escenario con los rayos de sol,
caldea el ambiente hasta unos límites súper agradables y lo deja todo ahí bien
puesto y a pedir de boca para que nosotros nos coloquemos en medio de ese
paisaje tan preparado y comencemos a disfrutarlo de un sinfín casi de maneras.
Porque el verano es lo que tiene, que con la amplitud de horas de luz,
las temperaturas tan agradables y las ganas de esparcimiento que el que más y
el que menos anida en su interior, los días parece que se nos quedasen cortos
para tanto como quisiéramos realizar.
Y la verdad que campo de acción tenemos con creces, porque al que no le
gusta el mar, pongamos por caso, tiene la montaña, o los valles y llanuras, o
la espesura del bosque, o el frescor de las riberas de los ríos, o las
inmediaciones de lagos y pantanos, o el interior de las ciudades y sus múltiples
atractivos…
Lugares, donde, en cualquier caso, y con muy poco esfuerzo, uno puede
encontrar en este tiempo esparcimiento y solaz para su cuerpo y su mente a
grandes dosis.
(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 21/06/2017)
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