miércoles, 1 de marzo de 2017

ESPERANDO A LA PRIMAVERA



...que la primavera la sangre altera, es innegable que la damos por bien alterada; cansados como estamos por aquí de tantos y tantos días tristes y fríos...




A partir de ahora –porque las fechas ya apuntan en la dirección de la pronta primavera-, y con mayor profusión, sin duda, a medida que avancen los próximos días en pos de ella, vamos a poder experimentar y a vivir de nuevo, casi en directo, cómo paso a paso va renaciendo la vida en nuestros campos y en nuestros parques y jardines -luego de este semi letargo invernal-; gracias a los primeros brotes verdes y subsiguientes flores de vistosos colores que, algunos de los árboles que en estos espacios cohabitan, están comenzando a dejar entrever al exterior.

Y es que, como la naturaleza es sabia, pareciese como si en estos momentos hubiese dado ya la consigna entre los suyos de poner de nuevo en marcha la maquinaria subterránea para que, desde las entrañas mismas de la tierra, vuelva a resurgir la vida, cada día un paso más, despuntando a la par las primeras yemas en los árboles, junto a los primeros tallos verdes y las primeras flores que irán dando un colorido especial al paisaje.

Así que no se sorprendan, paseantes de ríos, valles y veredas, si de repente van por el campo estos días y se encuentran de pronto con la primavera de cara, bueno con los frutos de su callada acción, mejor dicho.  Porque de aquí a unos días, la van, la vamos a encontrar presente en nuestro diario acontecer.  Y ya puestos, y asombrados, seguro, por la emoción ante tanta belleza, ¿qué se les ocurriría decirle así de tú a tú?, por aquello de ir un poco más allá…

Y, de otro lado, si es cierto lo que dice el viejo refranero, de que "la primavera la sangre altera", es innegable que la damos por bien alterada; cansados como estamos por aquí de tantos y tantos días tristes y fríos de un invierno demasiado prolongado en el tiempo, y de caminar y pasear por paisajes anodinos y sin ningún colorido, sólo haciendo gala de una monocromía para nada vistosa. 
 

Así es que, con los almendros en flor rondando ya nuestros tapiales, volveremos a escuchar por doquier aquello que en su día tan oportunamente dijera el poeta, “la primavera ha venido y nadie sabe cómo ha sido”.  Aunque en estos momentos lo que procedería decir más exactamente es que vendrá, que llegará; porque, aunque falten muy pocos días, aún no es su fecha oficial en el calendario; no sea que me esté adelantando yo también como el almendro….

(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 01/03/2017)



 

 

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