...que la primavera la sangre altera, es innegable que
la damos por bien alterada; cansados como estamos por aquí de tantos y tantos
días tristes y fríos...
A partir de ahora –porque las fechas ya apuntan en la dirección de la
pronta primavera-, y con mayor profusión, sin duda, a medida que avancen los
próximos días en pos de ella, vamos a poder experimentar y a vivir de nuevo,
casi en directo, cómo paso a paso va renaciendo la vida en nuestros campos y en
nuestros parques y jardines -luego de este semi letargo invernal-; gracias a
los primeros brotes verdes y subsiguientes flores de vistosos colores que, algunos
de los árboles que en estos espacios cohabitan, están comenzando a dejar
entrever al exterior.
Y es que, como la naturaleza es sabia, pareciese como si en estos momentos
hubiese dado ya la consigna entre los suyos de poner de nuevo en marcha la
maquinaria subterránea para que, desde las entrañas mismas de la tierra, vuelva
a resurgir la vida, cada día un paso más, despuntando a la par las primeras
yemas en los árboles, junto a los primeros tallos verdes y las primeras flores
que irán dando un colorido especial al paisaje.
Así que no se sorprendan, paseantes de ríos, valles y veredas, si de
repente van por el campo estos días y se encuentran de pronto con la primavera
de cara, bueno con los frutos de su callada acción, mejor dicho. Porque de aquí a unos días, la van, la vamos
a encontrar presente en nuestro diario acontecer. Y ya puestos, y asombrados, seguro, por la
emoción ante tanta belleza, ¿qué se les ocurriría decirle así de tú a tú?, por
aquello de ir un poco más allá…
Y, de otro lado, si es cierto lo que dice el viejo refranero, de que "la
primavera la sangre altera", es innegable que la damos por bien alterada;
cansados como estamos por aquí de tantos y tantos días tristes y fríos de un
invierno demasiado prolongado en el tiempo, y de caminar y pasear por paisajes
anodinos y sin ningún colorido, sólo haciendo gala de una monocromía para nada
vistosa.
Así es que, con los almendros en flor rondando ya
nuestros tapiales, volveremos a escuchar por doquier aquello que en su día tan
oportunamente dijera el poeta, “la primavera ha venido y nadie sabe cómo ha
sido”. Aunque en estos momentos lo que
procedería decir más exactamente es que vendrá, que llegará; porque, aunque
falten muy pocos días, aún no es su fecha oficial en el calendario; no sea que
me esté adelantando yo también como el almendro….
(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 01/03/2017)
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