Foto tomada de Facebook
En esta tierra, fría
y austera donde las haya, donde también la realidad nos muestra con demasiada frecuencia
que por aquí casi nunca pasa nada más allá de lo habitual, y no digamos ya
extraordinario –los días parecen discurrir monótonos unos tras otros y como
poseídos por una marcada indiferencia, cuando no apatía, indolencia incluso,
rutina en suma-, y la experiencia nos ha demostrado en mil y un momentos que,
si en alguna ocasión pasa algo, “es para mal”; no obstante, hay días en los que
nuestra capital y nuestra provincia se ven salpicadas por una cierta actualidad
que trasciende mucho más allá de los muros provinciales y, además -¡loado sea
el cielo!-, es “para bien”… “Que tampoco todo va a ser negativo siempre…”, como
reconocía ante sus compañeros de fatigas aquel vagabundo que, acuciado por la
necesidad, se veía obligado a pernoctar con ellos en un viejo y medio derrumbado caserón en las afueras de
la ciudad.
Y es que en esta
oportunidad, la novedad que parecía romper por algunos momentos esa inercia
acampada “sine die” entre nosotros, ha sido la producida por las visitas a esta
nuestra tierra, casi solapadas en el tiempo, esto es, sin demasiado tiempo para
digerirlas por separado, de varios personajes mediáticos tocados de una cierta
celebridad, o más bien conocidos en el solar patrio a base de mostrarse en
televisión una y mil veces, motivado por
diversas circunstancias personales e incluso familiares.
Así, en el inicio de
la semana recibíamos, entre aplausos y piropos de las gentes de bien que se daban
cita en Carrión de los Condes, la esperada visita de la duquesa de Alba y su
marido, el palentino Alfonso Díez, para inaugurar una exposición de Belenes;
que con su llegada trastocaban y hasta revolucionaban, para bien, la rutina de
ordinario de los carrioneses.
Para, a continuación,
y cuando aún no se habían apagado en su totalidad en el panorama nacional los
ecos por tan exclusiva visita, dos días después nos visitaban los conocidos y
superpopulares actores Malena Alterio y Fernando Tejero, conocidos entre el gran
público por su televisivo “Aquí no hay quien viva”, para recibir en Aguilar de
Campoo el Águila de Oro con motivo del festival de cortometrajes que la
localidad celebraba en esos días.
Dos acontecimientos,
así resumidos, que seguro hicieron que Palencia lograra salir por algún día de
la rutina y la apatía de estas fechas, frías en exceso en el calendario del
tiempo, cuando el año está a punto de decirnos adiós, metidos como estamos ya
en plena Navidad.
J.J.T.
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