miércoles, 28 de marzo de 2018

Días de Pasión



las calles de nuestra ciudad serán un constante ir y venir de cofrades procesionando...


De pronto, estos pasados días, el aire de la ciudad, que poco a poco parecía querer dotarse de un cierto aroma de primavera –con alguna dificultad añadida, eso sí-, comenzó a llenarse de reconocidos sonidos provenientes de grupos de tambores y cornetas que, con sus sones y tonos de pasión, nos venían anunciando el comienzo de unos días diferentes en el discurrir de sus horas.
 

Y es que, paso a paso, nos estaban introduciendo en el pórtico de los actos previos a la Semana Santa de este año de gracia de 2018. Que por aquí, como saben, con el empeño de muchos año a año, hemos conseguido los palentinos elevarla hasta la categoría de interés internacional; que lo nuestro nos ha costado...
 

Por ello ahora, son muchos los visitantes que su celebración arrastra cada año hasta nuestras calles, para asistir a nuestras representaciones, nuestros desfiles procesionales y demás actos religiosos que con la misma se conjugan.
 

Admirando por tanto nuestras importantes muestras de arte religioso, tanto el que procesiona y que es objeto de grandes dosis de embeleso, como el que permanece en nuestros templos y puede ser igualmente contemplado en tales fechas.
 

Una semana “de pasión” muy intensa, pues, la que nos cobija estos días atendiendo a esta dinámica.  Y de la que todavía queda la parte central de la misma, con los momentos más intensos en torno al jueves y viernes santo, cuando “la pasión” se desbordará y alcanzará su grado máximo en decenas de desfiles procesionales que, si el tiempo no lo impide, lucirán por y entre la ciudad.
 

Y es que, sin solución de continuidad, desde el conocido como “viernes de dolores” y hasta  el domingo de Resurrección y su “rompimiento del velo”, las calles de nuestra ciudad serán un constante ir y venir de cofrades procesionando junto a sus Pasos titulares.  Y justo al lado, multitudes de gentes apostadas en las aceras a su paso, observando el discurrir de los primeros, mientras de fondo suenan incansables los tambores y cornetas de las diferentes bandas, rompiendo el silencio de la noche palentina, que se llenará de emoción entrecortada con el eco de sus rítmicos y penetrantes sonidos. 

 
(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 28/03/2018)

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