miércoles, 22 de febrero de 2017

UNA EXPOSICIÓN PARA 130 AÑOS

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Una formación que ha ido cambiando y evolucionando conforme iba marcando el ritmo de vida de la sociedad. 
 
En este continuo deambular diario por la actualidad de la ciudad, uno se puede encontrar con las más dispares noticias, situaciones y momentos diferentes. Y hoy, en concreto, me he topado con una celebración más que centenaria.
 
Y es que, nada más y nada menos que 130 años le contemplan, así en toda su hechura y extensión construida y habitada, aquí en la capital, en pleno centro urbano y junto al bello enclave que preside con toda su majestuosidad la iglesia de San Miguel y su Torre almenada –la que es novia del Carrión-, al Colegio Público “Jorge Manrique”, que en estos días ha iniciado los actos de la celebración de este siglo y pico de existencia aquí entre los palentinos, que ya son años para celebrar...
 
Y lo hace, sabiendo que sobre sus espaldas porta una considerable mochila cargada de una larguísima lista de palentinos de diferente clase y condición que, un buen día, desde bien temprana edad, pasaron por sus aulas más que centenarias, para recibir formación durante los primeros años de su vida.
 
Una formación que, ¡cómo no!, tras este larguísimo período de tiempo, ha ido cambiando y evolucionando conforme iba marcando el ritmo de vida de la sociedad.  Dejando atrás, en ese evolucionar continuo, métodos de enseñanza, material escolar y didáctico empleados en los diferentes momentos, elementos y útiles de aprendizaje usados a lo largo del tiempo e incluso mobiliario ya en desuso y hasta descatalogado; que es justamente lo que ahora, recopilado y puesto en orden, constituye el objeto de una extraordinaria exposición que, sobre este particular, se muestra estos días en el propio Colegio, para su contemplación por el público en general.
 
Y habida cuenta de este número tan considerable de años de vida del colegio, no será nada extraño que aparezcan en la exposición elementos o materiales que fueran usados por varias generaciones de estudiantes pertenecientes a algunas de las familias que ahora la contemplen: padres y abuelos, por ejemplo, de muchos de los alumnos actuales.
 
Una retrospectiva interesante, pues, esta recopilación de elementos y materiales de enseñanza utilizados en la formación de cientos de palentinos que habrán desfilado por sus aulas a lo largo de estos 130 años de existencia del Colegio “Jorge Manrique”.  Y que nos puede dar una idea también de la evolución que, justo a la par, ha ido produciéndose en la sociedad en general,en un constante querer alcanzar el bienestar pleno de todos.
 
(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 22/02/2017)
 
 

miércoles, 15 de febrero de 2017

MÁS INVIERNO

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Apenas si nos hemos librado de un temporal de fatales consecuencias, y ya nos anuncian una nueva borrasca...

Dicen que, cuando las personas no saben muy bien de qué platicar o hablar con sus semejantes en un momento determinado, echan mano del tiempo atmosférico que hace y del que hará en las próximas horas o días; que siempre resulta un argumento muy socorrido.  Lo mismo ocurre cuando se trata de salvar una situación de apuro, como puede ser, por ejemplo, el viajar en un ascensor junto a alguien que no se conoce, donde las distancias entre piso y piso se hacen interminables; entonces, para huir de la monotonía del momento, en infinidad de ocasiones se echa mano del tiempo…

Pues bien, en este invierno, con las variantes tan grandes que el tiempo ha pegado –y tan extremas, además-, ha habido tema más que suficiente para hablar y platicar en tamañas situaciones, así como en otras parecidas que, sin duda, se habrán presentado.                                                                                                                                                                                                            
Y es que, a lo que se ve –y sobre todo se siente e incluso se padece-, el invierno de este año, quiere pasar a los anales de la historia y sus posteriores crónicas, como uno de los más fríos en mucho tiempo a la redonda.
Porque, cuál a cuál, están desfilando por delante de nosotros, día sí y día también, todos y cada uno de los fenómenos atmosféricos que uno imaginarse pueda –de los catalogados como tales e incluso de los no catalogados, al menos en según qué lugares-, y sin tregua alguna que nos permita una cierta recuperación para prepararnos para el siguiente envite.

Y así, ocurre que apenas si nos hemos librado, sufriendo indefectiblemente sus secuelas, de un temporal de fatales consecuencias y nos retiramos más o menos tranquilos a nuestros aposentos para valorar los posibles estragos y recuperar fuerzas; y ya nos están anunciando a renglón seguido los meteorólogos y los llamados “hombres y mujeres del tiempo”, a través de los diferentes medios de comunicación, una nueva borrasca, más dura si cabe que la anterior y de efectos mucho más graves... Así que el personal, estaba que no sabía si salir de casa lo mínimo imprescindible, o quedarse en ella la totalidad de las horas a hibernar por un tiempo a la espera de mejor ocasión.
 
Ah!, y en esto de los fenómenos atmosféricos adversos, parece que “don invierno” no ha dicho aún la última palabra. Atentos, pues, a los pronósticos, que aciertan...

(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 15/02/2017)

 


                                                                                                                                                                                                            

 

miércoles, 8 de febrero de 2017

DE INVIERNO…, INVIERNO

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... y el grajo en cuestión ha echado pie a tierra y lo han visto caminando a pie firme por los alrededores…
 
Estos días, caminas por la calle y lo que mayormente se puede escuchar en corros, corrillos y conversaciones a dos, a tres o a más, es una misma y casi única cantinela: ¡qué frío que está el día!, ¡qué frío que hace! o…, ¡qué invierno más frío, éste!.

Y así un día tras otro en una casi interminable retahíla de amaneceres congelados hasta unos cuantos grados bajo cero.  Que obligan al personal a abrigarse a condición al salir a la calle para acudir a sus quehaceres habituales, sino querían hacerse acreedores de un buen resfriado o una gripe echada a suertes.  Que aún así, habrá habido quienes no hayan podido librarse de ella.

Así que, con este panorama ambiental, los termómetros que se encuentran por la ciudad, con vistas al exterior, pareciera que nunca estuvieron tan contemplados como en estos últimos días pasados.  Con lo que la gente podía hacerse de inmediato una pronta visión de la situación real que le esperaba a continuación.

Y claro, llegados a este punto y planteado el horizonte inmediato así de descarnado y frío, más bien congelado, no habrán sido pocos los que se habrán acordado de un refrán muy de este tiempo que, con su rima y sorna habituales, le viene que ni pintiparado al caso.  Y es aquel que dice que, “cuando el grajo vuela bajo, hace un frío del carajo”.

Y dicen, comentan asombrados algunos de los más avispados de por aquí, que estos días pareciera que el grajo en cuestión ha echado pie a tierra y lo han visto caminando a pie firme por los alrededores…

Con lo que, de inmediato, se han aplicado el cuento y han entendido chuscamente los muchos grados bajo cero del ambiente atmosférico local.  Para echarse a temblar, vamos…

Y es que siempre por estas fechas venimos a concluir lo mismo –haga más o menos frío-, que “al invierno no se lo come el lobo”, y que aunque parezca que no está presente en los días que le debiera corresponder, en un momento u otro el susodicho “animal” dará la cara.

Y vaya si la ha dado este año por estos lares, que andamos congelados de la mañana a la noche.  Y claro, no te quejes, que puede ser peor; que te planta un temporal como el que ha descargado por la vertiente mediterránea y se queda tan a gusto; que para eso es invierno y en algo se tiene que notar. 
 
En fin, ¡de invierno…, invierno! que andamos, oiga.

(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 08/02/2017)


miércoles, 1 de febrero de 2017

DE FIESTA


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Un día dos de febrero, éste próximo, marcado a fuego de fiesta, tanto en la capital como en la localidad de Saldaña
Hace unos días, me encontré por casualidad con una especie de acertijo que, tomando como referencia el santoral, nos interroga así: “Candelaria a dos y San Blas a tres, adivina de qué mes se trata”.

Y claro, aquí a los palentinos no nos cabe ninguna duda y nos es notorio sin excepción porque, iniciando el mes de febrero y, en concreto, ese día 2 de la adivinanza – o sea, mañana mismo-, estamos de fiesta por aquí; celebrando ni más ni menos que la festividad de nuestra Patrona “La Virgen de la Calle”, que coincide justo con el día de la Candelaria, o “Las Candelas” –como por aquí decimos-.

El caso es que así las cosas, mañana, la casi generalidad de nosotros no madrugaremos, recibiremos al nuevo día cuando éste ya haya cubierto con creces sus primeras horas, nos permitiremos el lujo de disponer de un mayor tiempo para nuestro desayuno –que seguro será un tanto especial-, nos pondremos luego nuestras mejores galas y, cuando el sol haya adquirido ya una cierta fuerza –es de esperar que sea así-, nos iremos a la calle a celebrar la fiesta, acudiendo a los distintos lugares de la ciudad donde la misma tenga lugar. Y así, hasta que acabe el día.

Eso por lo que a la capital respecta; porque, de otro lado, ese día dos de febrero viene marcado también en rojo, desde tiempo casi inmemorial, en el calendario ferial de la localidad de Saldaña, al acoger en su seno su famosa “Feria de Las Candelas” que, habida cuenta de su amplio renombre, atrae a un gran número de visitantes, tanto de la Comarca como de fuera de ella.
 

Y que, aparte de poder conocer las últimas novedades en el mundo de la maquinaria agrícola, sirve de extraordinario escaparate de presentación cara al exterior; así como punto de encuentro óptimo para los habitantes de la localidad y alrededores, que les proporciona una excusa perfecta para reunirse en torno a la feria e intercambiarse entre sí las últimas novedades de sus vidas en sus diferentes lugares de residencia; recorrer a la par las calles de la villa, que bullen en animación y entretenimiento y, como colofón, sentarse frente a una buena mesa para recuperar fuerzas degustando una extraordinaria comida, seguro que salpicada de productos de la tierra, como pueden ser, entre otros, sus famosas alubias, que gozan de la marca de denominación de origen.
Un día dos de febrero, pues; éste próximo, marcado a fuego de fiesta, tanto en la capital como en la localidad de Saldaña, aquí en nuestra provincia.
 

(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 01/02/2017)