miércoles, 29 de octubre de 2014

DE BAUTIZO


Pudiera decirse a modo de preámbulo que, si hay una reunión familiar a la que al común de los ciudadanos le gusta asistir, esa es sin duda a un bautizo. Luego, vendrán también las bodas y las comuniones; pero la ceremonia del bautizo goza de una particular atracción que la hace necesariamente tierna. Sobre todo para los invitados más pequeños, la grey infantil, que se sienten también, de alguna manera, protagonistas.

Claro que ese protagonismo particular de los invitados más pequeños, ocurre ya casi en exclusiva cuando la ceremonia tiene lugar en alguna pequeña localidad, por aquello de que se lanzan con profusión caramelos al aire –en otro tiempo la demanda giraba en torno a los confites-, en señal de alegría compartida, para que los invitados, en este caso todos los vecinos del pueblo sin excepción y, en particular, los chiguitos, se diviertan recogiéndolos, pugnando entre ellos por llevarse a sus bolsillos la mayor cantidad posible de dulces.

En cambio en la ciudad, una vez llevado a cabo el acto religioso, ya no se estila por lo común el que pudiéramos llamar “momento confites”, sino que los invitados son agasajados por parte de los padres de la criatura con un almuerzo especial en algún restaurante en señal de confraternización.

Bien, pues la víspera de este último 12 de octubre, mientras que algunos –muchos tal vez-, se fueron de “puente” aprovechando los varios días festivos que se tenían por delante, un servidor se fue de Bautizo.  Sí, de Bautizo.

Un acto sencillo en cuanto al ceremonial religioso en sí, con los rituales y los signos externos propios del sacramento por parte del sacerdote, pero con todos los invitados pendientes de la pequeña que recibía el bautismo; si extrañaría o no el momento justo de derramarle el agua sobre su cabeza, y si en justa respuesta, se sentiría molesta y lloraría, o tal vez no.

Y llegado el momento, la pequeña Yanira, que con ese nombre fue bautizada, aguantó la totalidad de la ceremonia despierta y con los ojos bien abiertos; observando todo a su alrededor y sin derramar ni una sola lágrima. Lo que todos supimos admirar de manera extraordinaria.
 
Pero no sólo mantuvo el tipo y guardó esa actitud tan tierna en ese momento central en la iglesia, sino también luego, con la serie de fotos que todos buscábamos hacernos junto a la protagonista del día; emplazándonos para la Comunión.  Buena, muy buena niña, resultó ser Yanira. Algo que ya sabíamos, por otro lado.
 
(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 29/10/2014)
 
     

miércoles, 22 de octubre de 2014

¡A DANZAR, PALENCIA!


Sí, porque este pasado sábado 11 de octubre, Palencia y su Calle Mayor en concreto, así como el parque del Salón, vivieron una tarde de verdadero folclore tradicional palentino con motivo de la celebración del “I Día de los Danzantes”, donde 350 danzantes de 26 grupos de danzas de otras tantas localidades palentinas desfilaron por la ciudad luciendo sus vistosos trajes y ejecutando algunos de sus bailes.

De entrada, hay que decir que el acto –con el permiso de la lluvia, que sólo apareció al final del mismo-, permitió el lucimiento de los bailarines y discurrió con un éxito total de público y de exhibición de los verdaderos protagonistas del evento, los danzantes.  Lográndose una marcada espectacularidad en el desfile debido al colorido de los trajes y a la diversidad de adornos de todo tipo que completaban sus diferentes vestimentas.

De tal suerte, que hasta la capital llegaron ese sábado danzantes de localidades palentinas tales como Ampudia, Dueñas, Frómista, Saldaña, Torquemada, Villada o Villaviudas, por citar sólo algunas de las veintiséis agrupaciones que hasta aquí se desplazaron.

Así tenía que ocurrir, porque en los últimos días, sólo se hablaba de ello entre el personal, imaginando cómo podía resultar un evento así, que era la primera vez que se daba la oportunidad de esta feliz coincidencia de todos estos grupos, para mostrarse unos junto a otros, cada uno con sus movimientos, sus bailes y sus músicas más representativas. 

Fue como un desembarco en toda regla del arte de danzar de nuestros pueblos en la capital, del buen hacer atesorado durante años y transmitido de generación en generación, una gran muestra de nuestro patrimonio inmaterial.

A partir de ahora, conociendo como conocemos con mucha mayor profundidad lo que tenemos, y tan plásticamente expuesto a la contemplación de todos, es seguro que esta rica tradición no va a perderse, porque todos lucharemos para que sea así, cada uno desde su posición y su responsabilidad diaria; que era otro de los puntos que también se buscaba tras esta jornada.
 
Felicitaciones para los organizadores, porque supieron aunar el arte y la tradición de cada uno de los grupos de danzas que, hasta ahora, sólo lo exhibían en su localidad y Comarca concreta de procedencia, y que con esta demostración conjunta y multitudinaria, se ha conseguido extenderlo a toda la provincia de forma unida, así como a los que de fuera nos visitaran ese día.
 
(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 22/10/2014)
 

miércoles, 15 de octubre de 2014

DESCUBRIENDO EL CAMINO


La mañana del pasado sábado 4 de octubre –festividad de San Francisco de Asís, para más señas-, aparte de ser festiva para muchos de nosotros –un algo añadido al día-, amaneció transparente y bañada de luz toda ella, invitando a un numeroso grupo de palentinos a enfrentarnos con muchas más ganas, si cabe, al reto que nos habíamos marcado libremente.

Desafío que no era otro que recorrer aquella mañana, en calidad de auténticos peregrinos de la ruta, veinte kilómetros en concreto del conocido como Camino de Santiago a su paso por nuestra provincia, entre las localidades palentinas de Frómista y Carrión de los Condes; participando de esta guisa en la Marcha Jacobea solidaria que organizaba la “Fundación San Cebrián”, institución de amplio reconocimiento provincial en pro de los discapacitados.

Un trayecto, apetecible a más no poder porque, desde el punto de vista de la Ruta Jacobea, aquel amplísimo grupo de peregrinos palentinos íbamos a tener la oportunidad de estar en dos hitos importantísimos del Camino, cuales son Frómista y Carrión de los Condes.  Aparte de atravesar también otras cuatro localidades más: Población de Campos, Revenga, Villarmentero y Villalcázar de Sirga, emblemáticas igualmente en el sentimiento palentino del Camino.

Claro que, acogiéndonos de buena mañana la portentosa y sublime iglesia  románica de San Martín de Frómista, en cuyos entornos se iniciaba la marcha, el sentimiento y el espíritu se elevarían de pronto hasta límites insospechados, proporcionándonos ya la fuerza suficiente para recorrer sin desfallecimiento la veintena de kilómetros que teníamos por delante.

Pronto, la serpiente multicolor de andarines que se formó, mochila al hombro y mirada al frente para observar en toda su amplitud el vasto horizonte que se nos abría a lo lejos, comenzaría a irse estirando en profundidad a lo largo de varios kilómetros, haciéndose casi imposible, desde una posición adelantada, vislumbrar con precisión el final de la misma.
 
Los campos por los que atravesaba el camino, se nos mostraban extensos a la contemplación y silenciosos –apenas algún canto de pájaro rompiendo esta quietud de cuándo en cuándo-, desprovistos de más presencia humana que la nuestra en esa interminable hilera deperegrinos.
 
Donde el pensamiento se elevaría hasta casi el infinito, mientras íbamos hollando paso a paso el suelo pedregoso del camino. Y así transcurriría una mañana de gratas experiencias y feliz recuerdo.

(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 15/10/2014)
 

miércoles, 8 de octubre de 2014

CIUDAD MÁS RECONOCIDA


Continuamos, a la vista está o, más bien así lo sentimos y agradecemos de paso, con una temperatura excelente todavía por estos lares.  Y ello, a pesar de las fechas que corren –que ya vemos que corren que se las pelan, que no hay manera de darles alcance-…

Que está pasando como si de pronto el calendario hubiera querido regalarnos una prórroga, una especie de días de verano de más; quizá aquellos que nos hurtara sin ningún tipo de disimulo en su momento central: en pleno mes de agosto.

De tal suerte, que hay que reconocer sin paliativos, y así se comenta en todo tipo de solanas y mentideros al uso, que hemos tenido un muy agradable inicio de otoño, por el que continuaremos marchando durante los próximos días, abarrotando calles y paseos de la ciudad, tratando de exprimir en lo que valen –y valen mucho más porque no eran esperadas-, esas horas de absoluta templanza climática, que aún nos acompañan.

Entretanto, la vida de la ciudad comienza a establecer sus pautas otoñales, donde las normas propias de una cierta rutina de los días se irán adueñando de nuevo del acontecer diario; a no ser que algún acontecimiento dotado de una cierta excepcionalidad venga a romper esa inercia habitual. Y ese ha sido el caso.

Sí, porque un evento de relevancia nacional recién vivido en nuestra capital, cual ha sido la celebración de los actos de la festividad del patrón de la policía nacional, ha servido de acicate para sacarnos del “impasse” en el que irremediablemente estábamos a punto de caer; y convertirnos en protagonistas inequívocos de un hecho extraordinario que ha revitalizado el ambiente ciudadano durante unos cuantos días.

Justo en una ciudad, la nuestra, donde episodios de este tipo –bien lo sabemos todos- no es que abunden precisamente; antes al contrario, constituyen la excepción clara que produce ese interés del personal que es capaz de transformar el paisaje urbano con sus idas y venidas de uno a otro lugar y estar en cada uno de los actos, habida cuenta de la novedad que representan para el acontecer diario de la ciudad y sus gentes.

(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 08/10/2014)
 

miércoles, 1 de octubre de 2014

NUEVO TIEMPO


Con la incorporación a las aulas la semana pasada del último grupo de estudiantes, en este caso los que se forman en el estadio más elevado del conocimiento, los que constituyen el colectivo de los alumnos universitarios; y con el verano ya finiquitado y las vacaciones -¡ay qué pena!-, un tanto lejanas y formando parte ya del recuerdo de cada cual, es de suponer que grato y placentero, el mes de octubre nos introducirá en lo que pudiéramos llamar una monótona habitualidad o rutina de los días.

Donde estos se nos irán mostrando cada vez más cortos en sus horas de luz, atendiendo al tiempo otoñal en el que nos encontramos; tras haber dejado atrás unos últimos días de verano agradables en extremo, que nos permitieron gozar por estos lares de unos plácidos atardeceres donde, como consecuencia, el personal se vio todavía motivado a salir a las calles para disfrutar de la deliciosa temperatura ambiente.  

Porque era menester aprovecharlo, al igual que se espera pueda ocurrir en muchas de las jornadas de este recién estrenado otoño, del que confiamos se muestre suave y apacible en cuanto a su climatología, haciendo gala de una “fama” bastante generalizada que le viene caracterizando por estos lugares mesetarios.  Aunque bien sabemos que hubo ocasiones en las que esta notoria bonanza de los días se vio rota en muchos frentes y el invierno puro y duro se nos coló de rondón sin avisar tan siquiera.

Circunstancia que confiamos no se produzca en esta ocasión de forma temprana y todo llegue a suceder en su justo momento, dados los extraordinarios antecedentes que le han precedido en estos días finales del verano.    

Que si ya resulta largo y triste en extremo el invierno por estas tierras, como para que tengamos que vernos abocados a iniciarlo antes de que acontezca en su tiempo real, porque el otoño no quiso acompañarnos con su tono habitual y, un buen día, se hizo el invierno de la noche a la mañana y sin solución de continuidad por aquí y por allá.
 
En fin, que aquí estamos iniciando este nuevo tiempo con una cierta expectación ante varios acontecimientos próximos a suceder, que el paso de los días nos irán descubriendo en detalle; pero que desde aquí hacemos votos para que resulten lo más gratos posible, tanto en Palencia como en Vitoria, o en Santander como en Alicante, por citar solo algunos lugares como muestra.   
 
(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 1/10/2014)